27.6.07

Sobre el Jabón


Quería partir de mil formas y esta es sin duda la menos convencional.

Ayer se acabó el jabón de mi baño, era una barra ovalada tradicional color calipso o azul claro para los hombres. Fue por culpa de eso que caí en el engaño.
Entonces fui al baño de mi mamá (donde se guardan todas las cosas de olores ricos y colores chillones) y en un pack de jabones encontré el afamado Le Sancy de Chocolate ¿han oido hablar de él? es muy típico! El de la publicidad perturbadora del niño que se quiere comer a su mamá, porque usa el jabón en cuestión(quien entiende a la publicidad).
La cosa es que inocentemente preferí ese jabón antes que al rosado con supuestos trozos de fruta (¿?) dije: quizas con este olor... ¿quién sabe? alguien quiera comerme ¿o no?, esa era la gracia. ¡Ingenua!. Entré a la ducha y PLOP! el jabón olía a Le Sancy y no a chocolate como en los comerciales. Tiene el color con esos tintes más oscuros que lo hacen parecer una barra de Trencito, pero huele a Jabón.

Me acordé de esa típica reacción que le viene al cabro chico cuando se da cuenta de que el chicle de tutifruti, la pasta de dientes de tutifruti, la colonia de tutifruti, el "collac" de tutifruti y en definitiva todo lo rosado huele y sabe EXACTAMENTE IGUAL. Te creo con la menta, eso es como el cánon, pero la wea ya se empieza a desvirtuar cuando la colonia de manzana huele a tutifruti y el chicle de guinda: a tutifruti. De eso hablaremos en otra ocasión, retomemos el tema:
El Jabón de chocolate Le Sancy No me convence.

Si mi Le Sancy salió fallado u opinan diferente, porfavor no duden en escribir.

1 comentario:

mariaNo marTín dijo...

Javi, o sea mil de acuerdo contigo. Yo, casualmente, también estoy usando un le Sancy de chocolate en mi baño y fíjate que tampoco tiene ese olor esperado. La verdad es que no lo había notado sino hasta ahora que lo mencionaste. Que estafa, verdad? Lo mejor es sentir un olor rico cuando te bañas. Me gustan los de almendra, pero eso no quita que haya esperado el olor a chocolate. ¡Qué mal!
bueno, cariños!
métete a mi blog!
chau, Mariano